Esta temporada vamos a practicar mindfulness desde sus fundamentos hasta la autocompasión. Al finalizar cada ciclo, se realizará una sesión presencial en la que repasaremos las prácticas principales.

Las sesiones se realizan un miércoles al mes, de 20:00 a 20:30h. en Google Meet. Puedes inscribirte a las que desees.

Sesiones gratuitas

Fundamentos del Mindfulness13/01/2024 Presencial intensiva
Coste 22€
Autocompasión16/06/2024
Presencial intensiva.
Coste 22€
20/09/2023- 1. El cuerpo. La importancia de la postura y la respiración.21/02/2024- 5. Bondad Amorosa. Conectar con la amabilidad y tolerancia.
18/10/2023- 2. Las sensaciones. Reconocer las agradables, desagradables y neutras.20/03/2024- 6. Amigo Compasivo. Ser amigo de ti mism@
15/11/2023- 3. Los pensamientos. Verlos llegar y dejarlos pasar.17/04/2024 -7. Práctica Tonglen. Dar y recibir.
16/12/2023- 4- La emociones. Permitirte sentir sin identificarte.15/05/2024 – 8. Surfear el dolor. Acercarnos a él.

INSCRIPCIONES

«Conocer el camino es conocerse a sí mismo.

Conocerse a sí mismo, es olvidarse de sí mismo.

Olvidarse de sí mismo es liberar al verdadero ser de la prisión del ego»

Liberación. Gedatsu Dogen

Practicar mindfulness en grupo fomenta sentimientos de humanidad compartida y amplifica nuestras percepciones al conocer otras experiencias.

Programa

09:45 Llegada

10:00 Práctica Mindful en movimiento

10:30 Práctica formal sentada

11:00 Feedback sobre la experiencia práctica

11:30 Descanso/Café-Té

12:00 Paseo meditativo

12:30 Meditación sentada

13:00 Práctica Mindful en movimiento

13:30 Meditación sentada

13:45 Feedback sobre la experiencia práctica

14:00 Cierre

Qué traer

Si tienes puedes traer esterilla, cojín o banquito, mantita o algo para no pasar frio en la meditación, calcetines, ropa cómoda.

  • Hay máquinas expendedoras de café, agua, alimentos.

Dónde

Residencia de estudiantes y centro de estudios Ramón de Pignatelli

C/ Jarque de Moncayo, 23, 50.012 Zaragoza

Cómo llegar

Buses: 38, 24, 36 y 22

Tarifa

40€ Población general

20€ Participantes de las sesiones de mindfulness online y sesiones mindfulness individuales

Inscripciones

Formulario de contacto

Fecha límite para inscribirse 1 de junio

yblazquezmindfulness@gmail.com

Entrenar la mente dispersa para adquirir una mejor relación con nuestros pensamientos, emociones y sensaciones corporales

Sólo cuando la mente se encuentra abierta y receptiva, puede producirse el aprendizaje, la visión y el cambio» Jon Kabat Zinn

Requisitos:

Mayores de 18 años

Compromiso para meditar a lo largo del programa y realizar las actividades

No estar atravesando un momento de inestabilidad emocional elevado

Estar motivado/a/e para realizar el curso

Dónde:

Sala centro de Zaragoza (por confirmar)

Qué traer:

Ropa cómoda, esterilla, mantita, calcetines, cojín zafu (opcional).

Programa:

1. Consciencia y piloto automático

2. Viviendo en nuestras mentes

3. Centrar la mente dispersa

4. Reconocer la aversión

5. Permitir y aceptar

6. Los pensamientos no son hechos

7. Cómo puedo cuidar de mi misma/o/e

8. El futuro extender y mantener lo aprendido

Se entrega:

Libro del participante, audios y certificado

Cuando:

Jueves de 19:00 a 21:30h.

Fechas:

21 de abril (orientación)19:00 a 20:00

28 de abril: sesión 1 de 19:00. a 21:30

5,12,19 y 26 de mayo: sesiones 2,3,4 y 5 de19:00 a 21:30

2,4 (intensivo) 9 y 16 de junio: sesiones 6,7, y 8

4 junio (intensivo) de 10:00 a 17:00

Precio:

330€

Tarifa especial para usuarios de Terapia y Mindfulness (consultar)

Inscripciones:

Hasta el 7 de abril

Desde el formulario de contacto pinchando AQUI

Cuando la preocupación excesiva por enfermar nos complica la vida

Hablamos de trastorno de ansiedad por enfermedad (según el sistema de clasificación DSM-V) antes hipocondría, cuando existe una preocupación excesiva a tener o desarrollar una enfermedad no diagnosticada.

La convicción persiste a pesar de reconocimientos médicos normales y resultados clínicos que descarten esa temida enfermedad. Las personas que lo sufren pueden centrarse en enfermedades como cáncer o SIDA, aunque cualquier enfermedad puede ser motivo de preocupación. Valoran como graves síntomas que son inofensivos. En muchas ocasiones estar preocupados todo el tiempo, les genera ansiedad. La preocupación no es por los síntomas sino por la creencia a padecer una enfermedad. Esta creencia se basa en una interpretación errónea de signos y sensaciones corporales. Sienten que los médicos no les prestan la atención debida.

La paradoja se da en que podemos encontrarnos con personas que buscan incesantemente atención médica, utilizando servicios sanitarios en exceso y aquellas otras que lo evitan por temor a que les pudiesen confirmar lo que temen.

Diferencia entre convicción de estar enfermo y de miedo a enfermar

Cuando la persona afectada está convencida de tener o desarrollar una enfermedad aparecen conductas de evitación y las emociones son desproporcionadas, los síntomas físicos aparecen en poca medida. Sentir miedo a tener una enfermedad en el futuro próximo o lejano, se caracteriza por una amplificación somatosensorial (sensaciones del tacto, la temperatura, cómo está el cuerpo, incluso el dolor) que generan malestar y angustia. Estas afectaciones sobre tener o temer la enfermedad, comparten la sobre-utilización de recursos médicos. Según el DSM-V (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) estas afectaciones, se corresponden con trastorno de síntomas somáticos (cuando hablamos de miedo a enfermar en un futuro próximo) y trastorno de ansiedad por enfermedad (cuando hablamos de creer tener una enfermedad).

Cómo interfiere en la vida diaria

El trastorno de ansiedad por enfermedad interfiere en casi todas áreas de a vida.

Las relaciones personales pueden estar afectadas ya que el tema central de sus conversaciones, suele ser la sospecha de enfermedad llevando al agotamiento a las personas que le rodean. En otras ocasiones, su temor y angustia a estar enfermo facilita que limite su vida social evitando acudir a eventos o reuniones porque no se encuentra bien físicamente, anímicamente o ambas. Puede interferir en la vida laboral, en el rendimiento, tanto por pensar sobre estar enfermo/a como por necesitar ausentarse del mismo por no encontrarse bien y acudir a citas médicas. Este funcionamiento les puede llevar a tener problemas económicos derivados de las ausencias en el trabajo en casos más graves.

Esta falta de funcionamiento les genera mucho malestar, frustración, sentimientos de culpa y desánimo al sentir que no pueden desligarse de su preocupación y darse cuenta, que preocupan a los suyos.

Cuáles pueden ser las causas

Una causa para poder desarrollar este trastorno estaría en el ámbito familiar, por ejemplo, si algún miembro de la familia que ha formado parte en su crianza se preocupa especialmente por la salud, si en su infancia padeció una enfermedad grave o si la sufrió algún miembro de la familia cercano. Si la persona ha pasado por problemas moderados o graves de ansiedad podría generalizar esta ansiedad y desarrollar el miedo a enfermar. Otra causa puede ser una mala interpretación de la sensaciones corporales, el desconocimiento o la falta de conexión con el cuerpo hace que vivan mal las reacciones corporales, por ejemplo, cuando se acelera el ritmo cardíaco, la sudoración o notamos algún dolor. Factores biológicos también estarían en el origen del trastorno.

Controlar las preocupaciones sobre la salud

Para poder ejercer un mayor autocontrol sobre las preocupaciones es importante:

  • Limitar las veces que pregunto a mis familiares sobre temas de salud.
  • Reducir las comprobaciones corporales como tomarse el pulso
  • Aminorar o eliminar el número de consultas diarias en Internet (cibercondría), sobre mis sospechas de enfermedad o de las que puedan tener mis familiares.
  • No realizar conductas evitativas como por ejemplo, no asistir a reuniones por sentir o notar que mi cuerpo no está bien.
  • Prescindir de noticias o informativos que incrementen mis preocupaciones por estar relacionados con temas de salud.
  • Controlar los estresores de la vida diaria: horas de trabajo, estar disponible siempre para amigos y familia, ocuparnos de casi todo…
  • Incorporar momentos para poder relajarme o meditar
  • Reconocer que me estoy preocupando, calmar utilizando alguna técnica de relajación o atención plena (llevando la atención una actividad, un objeto, un sonido…)
  • Tomar distancia con aquellas personas que pueden potenciar involuntariamente nuestras preocupaciones reforzando la ansiedad a la enfermedad.

El trastorno adaptativo limita entre la normalidad y lo patológico

Las dificultades de adaptación en situaciones estresantes, desencadenan una sintomatología que puede llegar a desbordarnos.

Reacciones normales a estresores, serían las que desencadenan una sintomatología leve que a pesar de presentar nerviosismo, tristeza, irritabilidad van a ser síntomas pasajeros y ajustados a la situación que estamos viviendo y no nos van a ocasionar cambios destacables en nuestra vida. Nuestro círculo de apoyo será suficiente para ayudarnos a superar estos momentos.

Cuando la adaptación a estos cambios dura más de 3 meses, cuesta sobreponerse y afecta a tu vida diaria, estariamos hablando de un trastorno adaptativo.

Pero, qué es un trastorno adaptativo

Podríamos definirlo como un punto intermedio entre la normalidad y la patología.

En el trastorno adaptativo aparece sintomatología emocional y conductual como respuesta a un estresor no traumático identificable que aparece durante los tres meses siguientes al evento estresante. Estos síntomas provocan malestar y un mal funcionamiento en lo laboral y/o académico así como en el funcionamiento social. Van a ser respuestas desproporcionadas teniendo siempre en cuenta cuáles son las características del estresor como su intensidad, si era predecible y si sabemos que se puede llegar a controlar. Los síntomas una vez que cesa el estresor o sus consecuencias, no duran más de 6 meses.

Los estresores más frecuentes que se encontraron en un estudio sobre los trastornos adaptativos en consultas de salud mental fueron: problemas de salud (33,2%), conflictos laborales (21,3%) y conflictos en el hogar (16%). El paro fué un desencadenante en el 2,6% de los pacientes. Estos datos nos indican que la situación de crisis sanitaria que estamos viviendo, tiene una alta probabilidad de desencadenar un trastorno adaptativo en una gran parte de la población.

Diferenciar el trastorno adaptativo de otros trastornos de estrés

Comencemos explicando qué es un acontecimiento traumático.

Un acontecimiento traumático es un suceso negativo, brusco e inesperado que atenta contra la integridad física y psicológica y en el que empleamos estrategias de afrontamiento inadecuadas

El trastorno de estrés agudo suele durar entre 3 días y un mes desde la exposición a un suceso traumático. Los síntomas se presentan inmediatamente después del trauma. Comparte síntomas con el trastorno de estrés postraumático como embotamiento afectivo, desapego, irritabilidad, síntomas disociativos, insmonio…

El trastorno de estrés postraumático no puede diagnosticarse hasta un mes después de la aparición del evento traumático. Acontece tras la exposición directa o indirecta a la muerte, lesión grave o violencia sexual. El individuo experimenta síntomas como reexperimentación persistente del acontecimiento traumatico, evitación de estímulos asociados al trauma, alteraciones negativas de la cognición y el estado de ánimo, hipervigilancia o respuestas exageradas de sobresalto.

No todas las personas superan los eventos de la vida de la misma forma porque intervienen diferentes variables como: personalidad, contexto, circunstancias personales, recursos personales, resiliencia y estrategias de afrontamiento. Solemos tener una forma más o menos estable de afrontar situaciones estresantes, sería nuestro estilo de afrontamiento, afrontamiento activo (resolución) y/o afrontamiento pasivo (evitación), en cada una podemos utilizar diferentes estrategias, empleando las más adecuadas para cada situación.

Estrategias de afrontamiento según Skinner y al. 2003

  1. Resolución de problemas (planificación, toma de decisiones, análisis…)
  2. Búsqueda de apoyo (conducta de ayuda)
  3. Escape-evitación (negación, resolver más por creencias o deseos)
  4. Distracción (actividades placenteras como leer, ver TV, hablar con amigos)
  5. Reestructuración cognitiva (valorar y ajustar nuestra visión sobre la situación)
  6. Rumiación (autoinculparse, temor, pensamientos negativos repetitivos)
  7. Desesperación (pasividad, confusión, pesimismo)
  8. Retirada social (no compartir lo que te pasa con otros y estar alejado)
  9. Regulación emocional ( disminuir malestar y fomentar expresión emocional)
  10. Búsqueda de información (conocer más sobre el estresor sin obsesionarse)
  11. Negociación (reducción de demandas, proponer compromisos)
  12. Oposición (enfado, agresión, resistencia)
  13. Delegación (dependencia, protestar, quejarse)

Cuando consultar

Si sientes que no puedes controlar los síntomas tras haber estado expuesto a un estresor elevado, si está afectando de forma considerable a tu vida personal, laboral y social, si anteriormente has tenido problemas moderados de ansiedad o depresión y si se alargan los síntomas en el tiempo, es el momento de pedir ayuda profesional.